En China, regatear es común en ciertos contextos, pero no en todos. Aquí te explico cuándo, dónde y cómo hacerlo sin ofender:


✅ Dónde SÍ se puede regatear (y se espera que lo hagas):

  1. Mercados callejeros (ej. Mercado de la Seda en Pekín, Mercado de Yuyuan en Shanghái).
  2. Tiendas de souvenirs en zonas turísticas.
  3. Mercados de antigüedades/falsificaciones (ej. Mercado de Panjiayuan en Pekín).
  4. Compras de artesanías locales (cerámica, pinturas, etc.).

Ejemplo de precios regateables:

  • Una bufanda de “seda” (no auténtica): Pueden pedir ¥200, pero se cierra en ¥50-80.
  • Figuritas de recuerdo: De ¥100 a ¥30-40.

❌ Dónde NO se regatea (y puede ser ofensivo):

  1. Supermercados, centros comerciales y tiendas con precios fijos (ej. Uniqlo, supermercados Carrefour).
  2. Restaurantes y cafés (excepto en algunos mercados nocturnos informales).
  3. Transporte oficial (taxis, metro, trenes).
  4. Tiendas de lujo o marcas internacionales.

Cómo regatear correctamente (sin que se enojen):

  1. Empieza con una sonrisa y amabilidad:
    • Di “Tài guì le!” (¡Demasiado caro!) con tono juguetón.
  2. Ofrece un 30-50% menos del precio inicial:
    • Si piden ¥100, di “50 kuài, zěnme yàng?” (¿50 yuanes, qué tal?).
  3. Camina lentamente hacia la salida: Muchos vendedores te llamarán para bajarlo.
  4. Usa efectivo como “último recurso”:
    • Muestra el billete y di “Zhǐ yǒu zhème duō” (Solo tengo esto).

Señales de que el vendedor se molesta (y qué hacer):

  • Frunce el ceño o deja de sonreír: Detente y pregunta “Zuì dī duōshǎo?” (¿Cuál es el mínimo?).
  • Ignora tu oferta: Significa que no hay margen. Puedes subir un poco o irte.
  • Respuesta común“Méi yǒu lìrùn le!” (¡No me queda ganancia!).

Importante: Nunca regatees de forma agresiva. En China, la negociación es un juego social, no una batalla.


Consejos clave:

  1. Investiga precios reales: Pregunta a otros turistas o busca en internet antes de comprar.
  2. Lleva cambio exacto: Así evitas que “no tengan vuelto” cuando acuerdes un precio.
  3. Si no te gusta el trato, vete tranquilo: No hay obligación de comprar.

¿Los vendedores se enojan de verdad?

Rara vez. La mayoría está acostumbrada al regateo, pero si insistes demasiado en un precio irrisorio (ej. ofrecer ¥10 por algo de ¥100), pueden perder la paciencia. El truco es mantener el humor y ser respetuoso.

Ejemplo exitoso:

  • Vendedor: “¡¥300!”
  • Tú: “80, y me llevo dos!” (Sonríe).
  • Resultado: Probablemente cierren en ¥120-150.

¡Diviértete con el proceso! En muchos lugares, regatear es parte de la experiencia cultural.

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